lunes, 11 de mayo de 2015

A LA CANDIDATA DEL PP, A LA ALCALDIA DE RECAS, TOLEDO. PARA QUE TOME BUENA NOTA O RENUNCIE A LA DESIGNACIÓN.

Hoy, por causas que cualquier mortal puede vivir, he tenido necesidad de tomarme un refresco en un pueblo de Castilla la Mancha: RECAS, TOLEDO. No recuerdo el nombre del bar, pero si recuerdo que a la salida, he mirado a mi izquierda y he visto, al fondo, el Ayuntamiento del pueblo.

 Mi acompañante, vecino de Recas, hablando de las próximas elecciones, me ha regalado la carta de la candidata del Partido Popular a la Alcaldía, que él ha recibido en su domicilio, en carta dirigida a nadie. Sin destinatario, propia del mas impersonal y grosero buzoneo.

Como ésta candidata nos anuncia su titulación y dedicación a la abogacía, resultará lectora idónea de la misiva que, el Profesor Cabezas Gonzalez, de una Universidad de Barcelona, de lingüística aplicada, ha escrito específicamente para el tema.

Lo que el PP, Cospedal y el resto de las autoridades regionales hacen o no quieren hacer, por la cultura, será tema a tratar muy próximamente, en comentario especial. También me han contado hoy, en el mismo bar, ante el mismo refresco, algo vergonzante con respecto a un hecho cultural, últimamente acaecido en el pueblo, de considerable importancia.

Ésta candidata debe ser conocedora del escrito del Prof. Cabezas, porque si se da el caso, y ésta lectura se ignora, tendremos que recordárselo a doña Laura Fernández. De ninguna manera podrá llamarse a engaño.

Al PP, a Cospedal, a los requeños, y los derechos de éstos los debe conocer sobradamente.



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                                                   Honestidad Radical

"Mi vida está dedicada a decir aquello que los demás no quieren oír" (M.J. de Larra)


lunes, 11 de mayo de 2015
                                                      
(Escudo y lema del Ayuntamiento de Cerdanyola del Vallès)

  El año en curso es un año preñado de elecciones. Con las andaluzas del pasado 22 de marzo de 2015, se abrió la veda. El próximo 24 de mayo, tendrán lugar las elecciones municipales así como las autonómicas en todas las CC.AA., excepto en Cataluña, Galicia y el País Vasco. Para el 27 de septiembre, están planificadas las plebiscitarias, secesionistas y autonómicas catalanas. Y entre el 20 de noviembre y el 20 de diciembre, tendrán lugar las elecciones generales para el Congreso y el Senado.

  Ante la inminencia de esta sobredosis de “democracia formal” (que no real), no está de más que reflexionemos y dejemos constancia de alguno de los elementos de juicio que los electores deberíamos tener en cuenta para elegir a nuestros representantes y, de esta forma, poder depositar o no nuestra confianza en los candidatos más idóneos y honestos. Así seríamos menos engañados, estafados y decepcionados o, simplemente, no seríamos engañados, estafados y decepcionados por esas sanguijuelas de la casta política, que se presentan a las elecciones, no para servir a la ciudadanía sino para servirse de la política en beneficio propio.

  Según una expresión políticamente correcta y al uso en España, la víspera de cualquier elección es denominada “día de reflexión”. Ahora bien, para poder reflexionar, es necesario haber alimentado adecuadamente nuestro cerebro con datos fiables y objetivos, con informaciones veraces y con argumentos sólidos. Si tenemos en cuenta la anorexia informativa a la que todos los partidos someten a la ciudadanía española (y no sólo durante la campaña electoral), no parece que tengamos materia adecuada y suficiente para rumiar el día de reflexión. Y luego pasa lo que expresó magistralmente Ramón y Cajal cuando escribió aquello de que “el cerebro es como una máquina de acuñar moneda. Si echas en ella un metal impuro, obtendrás escoria. Si echas oro, obtendrás moneda de ley”. Por eso, “como el silencio es, a veces, la peor de las mentiras” (Unamuno), me permito romperlo para poner negro sobre blanco algunas ideas que podrían contribuir a alimentar nuestra reflexión para participar o no en eso que la casta política denomina, interesadamente, “la fiesta de la democracia”. ¿Cómo elegir a nuestros representantes? ¿A quién votar?

 Según J. Joubert, ensayista francés (s. XVIII-XIX), “como la dicha de un pueblo depende de ser bien gobernado, la elección de los gobernantes pide una reflexión profunda y reposada”. Por eso, en las elecciones que se avecinan y en particular en las municipales, los ciudadanos deberíamos regirnos por el “principio de la racionalidad” y por el de “lo políticamente incorrecto”; y no por el de la “oportunidad” y el de lo “políticamente correcto”, que son el santo y seña de los “políticos profesionales”, preocupados sólo por llegar al poder, sin hacer ascos a ningún medio. El primer ministro británico W. Churchill tenía esto muy claro cuando escribió aquello de que “el político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”. Y también E. Kennedy cuando aseveraba que “en política pasa como en las matemáticas: todo lo que no es totalmente correcto está mal”.

  Estas citas de autoridad exigen mucho, tanto a los candidatos (permiten distinguir a aquellos que vienen a servir a los ciudadanos de aquellos que vienen a servirse del poder en beneficio propio) como a los electores. En efecto, los electores deberíamos juzgar o valorar a los candidatos no por lo que dicen que han hecho o van a hacer (“verba”) sino por lo que han hecho y hacen (“facta”). Además, no deberíamos olvidar esa verdad de Perogrullo (aquel que a la mano cerrada llamaba puño), que reza así: los políticos, una vez elegidos, sufren una amnesia, que hace que olviden lo prometido durante la campaña y que sus “facta” estén a mil años luz de las promesas (“verba”) que hicieron a la ciudadanía. Y, por este motivo, los electores somos siempre, cuando las cosas vienen mal dadas, como es el caso desde hace bastantes años y en la actualidad, los que pagamos los platos rotos por la casta política, elegida por nosotros mismos, pero mal elegida. Estos rasgos descriptivos de la casta política muestran que ésta, en general, carece de músculo ético, de honestidad y de vergüenza; y está obsesionada y preocupada únicamente por la conquista del poder y por la permanencia en él, para disfrutar, sine die, de un pesebre bien provisto y un cubil bien mullido.

 Por lo tanto, los electores sólo seremos libres al votar y votaremos con conocimiento de causa por una u otra opción política o podremos decidir no votar a nadie, si estamos debidamente informados, si hemos dedicado un tiempo a “rumiar” nuestro voto, si tenemos en cuenta, sobre todo, lo hecho por los candidatos (“facta”) y si nuestra elección ha sido hecha sobre la base del “principio de la racionalidad”, que creo que es el único correcto. Además, deberíamos poder votar a las personas y no a las siglas de los partidos que se presentan a las elecciones. Y, para poder hacerlo, se deberían ofrecer a los electores listas abiertas y desbloqueadas, que están en las antípodas de las listas de estómagos agradecidos (las cerradas y bloqueadas), para votar no a partidos sino a aquellas personas concretas, que consideramos más justas, más honestas, mejor preparadas y más eficaces en la gestión de los asuntos públicos. Ante esto, alguno podría decirme que esto sería pedir peras al olmo. Sin embargo, no debemos olvidar, como escribió Victor Hugo en Los Miserables, que “la utopia de hoy es la realidad de mañana”.

 La casta política española tiene muy mala prensa, desde hace muchos años: constituye uno de los problemas más importantes para los españoles, según el CIS; sale del “todo a cien de los partidos”, según el verbo certero  de la “todóloga” Pilar Rahola, a la que, por una vez, le sonó la flauta por casualidad; y además no es la solución de los problemas de España, sino parte de sus problemas. Esta evaluación negativa de nuestra casta política es compartida por el premio Nobel José Saramago, que no es sospechoso de ser antidemócrata ni de tirarse al monte, cuando escribió que “sin política no se puede organizar una sociedad. El problema es que la sociedad está en manos de los políticos”. Por eso, en el día de reflexión y en el día de la votación, los electores deberíamos tener en cuenta el lema del Ayuntamiento de Cerdanyola del Vallès (Barcelona) —mi segunda patria chica, después de Almagarinos (El Bierzo)— que reza así: “facta, non verba” (“hechos, no palabras”). Y deberíamos mirar la luna (“Facta” —los hechos—,  es decir al candidato o candidatos concretos), que nos señala el dedo del sabio, y dejar de mirar el dedo (“verba” —las palabras—, es decir las siglas de los partidos), que sólo busca distraer nuestra atención y embaucarnos una vez más. Aplicando este aforismo clásico, a lo mejor los votantes nos preguntamos, como lo hacía, muy atinadamente, hace algún tiempo, J.J. Millás: “¿Quién iba a decirnos que el mejor modo de votar sería no hacerlo?”. Y actuamos en consecuencia, guiados por los “facta, non verba”.

Manuel I. Cabezas González    



4 comentarios:

  1. ¿Como es posible que algunas gentes voten a ciudadanos y al PP, sabiendo que son los mismos?. ¿Es que no nos han recortado bastante?. El único que no está hipotecado con nada ni con nadie es PODEMOS. Cuanto mas le acusen, mas nos conviene. Los de la casta, se la juegan por eso estan tan acojonados.

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  2. HACIENDO ALGO POR MI PUEBLO
    Recas se prepara para una elección o para una reelección. El actual alcalde. Pepe López; hombre de ejemplar talante, dialogante y "escuchador" de cualquier necesitado, substituyó a quien ni siquiera se dignó hacerle entrega del Bastón de Mando. El pepero, médico, soez y grosero, pero representante fiel de una ideología, llamemoslá peculiar.

    En los pueblos, en las municipales, es relativamente normal votar a una persona, mas que a un partido. Pero Recas tiene una peculiaridad, sus habitantes no comunican, son secretistas, tradicionalistas, renunciadores al examen o, peor al autoexamen.

    No miran la obra que se hace ni quien la hace. Pueden dejar llenas las arcas municipales los salientes y ser criticados por los entrantes, al no ser obra suya. En Recas se sigue hablando de ROJOS Y NACIONALES, no se tiene en cuenta todo lo vivido desde el año 1939. En Recas no se mira que los infantes de las últimas generaciones sean mas o menos solidarios, no se enseña a los niños empatia ni solidaridad, de altruismo no hablemos. Para enseñar eso, tienen que saber los padres lo que es.

    No puede estar bien visto que pretenda llegar una derecha que está gobernando la Comunidad y no haber hecho nada en toda la Legislatura, prometiendo lo que no han hecho antes. Por el contrario, la población tendrá que tener en cuenta si, lo que se promete, es mas o, menos de lo que se ha hecho.
    Una derecha que no ha sabido socializar a la ciudadania requeña ni pacificarla ideológicamente, no puede ser buena para un pueblo. Sin cultura no hay avance y con odio no hay cultura

    Lo primero que debe decir la candidata del PP a la alcaldia de Recas, para que alguien pueda creerla, es: Qué ha hecho la Mayoria Absoluta del PP, en Castilla la Mancha, por nuestro pueblo. Si no lo ha hecho durante cuatro años, ¿por que nos vamos a creer que lo va a hacer ahora?. Esto es de sentido comun. Los otros, los surgidos de entre los rechazados, el partido blanco del PP, los de Ciudadanos, son "resurgidos, por si cuela", solo se han cambiado el collar.

    Ojala en Recas no haya cambio. Según estamos municipalmente, estamos bien. Las viejas fuerzas politicas del pueblo, estan intentando hasta lo imposible, que haya recambio, para que todo siga igual. Si en Recas no se mama empatía, solidaridad y altruismo, vamos de culo.

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    1. Cuando se mea contra el viento lo normal es que te termines meando en la cara. Antes de hacer una necesidad tan perentoria en el campo hay que pensar donde hacerlo y siempre a favor del aire. Si eliges a un representante en la alcaldía sin pensarlo y a un candidato que ya te ha meado alguna vez en la cara, pues mira te fastidias. Lo malo es que el alcalde malo siempre mea en la cara del débil.No aprendemos.

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    2. Isidro; El lenguaje del pueblo, es el que mejor se entiende, porque a todos nos sale de las tripas. El académico es complejo, no le entiende todo el mundo. Celebro lo del aire a favor y en contra. Muchos se dejan llevar por el, sencillamente. Ya sabe usted lo del dedo señalando a la luna; Muchos se quedan mirando al dedo. Gracias por comentar en éste blog.

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